Ha diseñado muebles para los más famosos fabricantes en Europa y U.S.A., sus obras se han exhibido en los principales Museos del mundo.

Actualmente se está preparando una retrospectiva de su obra para el Stedelijk Museum de  Ámsterdam en el 2014.

La silla crochet es una combinación de alta tecnología y artesanía.  Consiste en una trenza de Aramida que es una fibra sintética. La poliamida, robusta, resistente a choques, abrasión, disolventes y calor, enrollada sobre un núcleo de fibra de carbono, luego impregnada con resina expoxica y sujeta a una estructura para que conserve su forma una vez seca y rígida.

Es una silla pequeña que realmente se teje a mano y no todas son  iguales pues al rigidarse por la acción de la gravedad puede tener pequeñas variaciones.

Todo el estudio se hizo en colaboración con el Departamento de Aviación y el Espacio de la U de Delft.  La silla se vende alrededor de 3500 dólares y es una pieza de colección, una escultura para ser usada.  En Ebay acaban de vender una de segunda en 420 libras esterlinas. Viene en colores mate; gris, naranja, rojo y amarillo.

“Soy una especie de aficionado. Los amateur no están muy seguros de las cosas,  por eso inves

tigan y aportan nuevas ideas que los expertos dejan pasar. Diseño productos que permanecen en el tiempo, tengo un especial respecto por las personas y el mundo y creo que ese respeto es la base del buen Diseño”.

Confiesa que lo más importante en una silla,  es comprender un buen “trasero”.

Sus lámparas en macramé y porcelana son un prodigio de aprovechamiento de la luz.